Castillos de Galicia

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A Coruña

Castillo San Antón

El Castillo de San Antón es un edificio que data del siglo XVI que perteneció, junto con el Castillo de Santa Cruz y el Castillo de San Diego, a una red estratégica de castillos y torreones para defender A Coruña. La construcción está considerada un Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural no sólo por su propósito de defender la ciudad de los ataques del mar, sino también por su valor arquitectónico dentro de la historia medieval. 
A pesar de que el castillo estaba inacabado, en un ataque de la Armada Inglesa el monumento hizo una contribución eficaz a la defensa de A Coruña. Después del ataque, su construcción continuó hasta la finalización del proyecto en 1590. A partir del siglo XVII la fortaleza se transformó en una prisión y mantuvo esta función hasta que fue cedida al Ayuntamiento en 1960. Ocho años más tarde se inauguró el Museo Arqueológico e Histórico de La Coruña, donde se pueden visitar piezas de la prehistoria e historia antigua, esculturas medievales que tienen que ver con los calabozos y dependencias de los soldados del castillo y la historia de este emblemático destino. 

Monterrei

Castillo de Monterrei

Es una de las mejores fortalezas conservadas de Galicia. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931, y actualmente es un Bien de Interés Cultural dentro del catálogo de monumentos del patrimonio histórico de España.

Está considerada por muchos autores como la mayor acrópolis gallega, siendo principalmente un enclave estratégico para la defensa de la frontera con el cercano Portugal. Los elementos conservados más antiguos corresponden a los años del reinado de Alfonso IX, correspondiendo la mayor parte a la época del primer conde de Monterrey, Sancho Sánchez de Ulloa. El castillo, en su configuración primaria actual sería reedificado en el siglo XII por Alfonso Henríquez, nieto del rey Alfonso VI de León y Castilla, que en 1139 sería coronado como primer rey de Portugal, pero pasaría rápidamente al reino de León y Castilla.
También aquí fue impreso el primer incunable gallego. Con la primera imprenta de tipos móviles, el 3 de febrero de 1494 fue estampado el "Missale Auriense", el primer libro publicado en Galicia y que actualmente se encuentra en la catedral de Orense.
 

Cervantes

Castillo de Doiras

El castillo de Doiras se construyó sobre una gran roca y presuntamente sobre un antiguo emplazamiento castrexo del que solo logramos ver parte del foso defensivo en su parte SE. La fortaleza actual es obra del siglo XV, momento en el cual muchos castillos fueron reconstruidos después de la revuelta Irmandiña. El edificio posee una base rectangular de unos veinticinco metros de largo por veinte de ancho con muros de mampostería de pizarra que alcanzan un grosor de un metro y medio y una altura de ocho metros.
Sobre el muro sur se yergue la torre del homenaje de planta rectangular y catorce metros de altura. A esta se accede por medio de una puerta de arco de medio punto y está comunicada con el patio de armas del castillo. Existe otra torre de forma circular. Además de la torre existen unas pequeñas dependencias y un aljibe cubierto con bóveda. La construcción y localización de este castillo se debe al paso por la zona de importantes vías de comunicación que unían la meseta con Galicia, como la Vía XIX o el Camino de Santiago.Sabemos que perteneció a la familia de Moirón y después al Conde Grajal Campos, señor de Cervantes.

Oleiros

Castillo de Santa Cruz

La construcción del castillo de Santa Cruz se demoró hasta el 1640. Su situación tan al interior de la ría se debió a que la otra orilla ya estaba bien guarnecida por las fortalezas de San Antón y San Amaro. Esto provocaba que las incursiones normandas y de los corsarios, como la de Drake, se iniciaran más al interior en la orilla opuesta. Para ello el Capitán General mandó la construcción de dicho baluarte para así contener dichas incursiones.
En los siglos posteriores perdió su carácter defensivo y fue adquirido por diversos nobles para residencia. Sobre el siglo XIX el castillo sufrió un gran abandono hasta que José Quiroga (esposo de la condesa Emilia Pardo Bazán) lo compró. Su yerno, el General Cavalcanti (1910), construyó un pazo en su interior. Su muerte, sin descendencia, provocó su donación al Cuerpo de Caballería (1938) al que el general había pertenecido, que lo emplearía como residencia veraniega de los huérfanos militares hasta la década de los 60.



Mugardos

Castillo de Palma

El Castillo de la Palma, es una de las fortalezas ubicadas la altura de la Punta da Redonda, estrecho paso de menos de 600 m de ancho, donde se edificó estratégicamente a fin de impedir la entrada de buques enemigos.

Construido como una atalaya en el siglo XVI, el Castillo de la Palma, originalmente fue conocido como Castillo de Nuestra Señora de la Palma. Es una construcción que forma parte del conjunto de fortificaciones defensivas de la ría de Ferrol, cuyo origen se sitúa en el año 1597, siendo el responsable D. Martin Padilla.

Sirvió como defensa ante el ataque de la armada inglesa en 1596, también sufrió el ataque de las tropas francesas.

Con un estilo de fuerte militar, su aspecto actual es resultado de la reconstrucción realizada en 1940, la cual destruyo la construcción anterior adaptándose a una nueva evolución en los sistemas de defensa durante ese siglo. Su último uso fue como sitio de reclusión para jefes militares y oficiales del ejército.

Moeche

Castillo de Moeche

El castillo de Moeche fue construido en el siglo XIV y pertenecía al linaje de los Andrade, como la torre de Vilalba o el castillo de Pontedeume. En el año 1431 los irmandiños llegaron desde Ferrol bajo el mando del hidalgo Roi Xordo, en busca de Nuño Freire de Andrade «El Malo», hasta el castillo de Moeche, pero este ya había escapado. Enfurecidos, los sublevados, derribaron el castillo. En 1468 fue reconstruido de nuevo por Pedro Álvarez de Osorio, Conde de Lemos, obligando física y económicamente a aquellos que lo habían destruido a recuperarlo.
Llegado el siglo XIX, concretamente en 1890, y con el castillo de Moeche prácticamente intacto, la Casa de Alba, a la cual pertenecía, quiso vender la piedra por menos de tres mil reales. Sin embargo y por suerte para nuestro patrimonio la venta se evitó y el castillo se conservó. La planta del castillo es octogonal, siendo rodeado por un profundo foso. Los materiales empleados son similares a las de otras fortalezas de las comarcas del norte de Galicia, formadas con muros de mampostería de pizarra y granito en sillería en sus esquinas. Estos muros se elevan unos 12 m. 

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Maceda

Castillo de Maceda

Nos encontramos ante la señal de identidad más clara y significativa de Maceda, su castillo. Esta fortaleza se sitúa próxima al Alto do Couso, en el punto más alto de la villa. Se levantó en un cruce de caminos que habría sido el germen de de lo que hoy es Maceda. A esta situación se debe su primitiva construcción que se remonta hasta el siglo XI.
Por un lado su posición interior hacía más difícil las numerosas incursiones musulmanas y por el otro, su localización dominando el sur, haría posible su defensa hacia los invasores lusitanos en siglos posteriores. Por otro lado, dado las características constructivas del castillo de Maceda, básicamente tenía carácter de palacio residencial.
Del amurallamiento poligonal del que se compone, sobresalen dos torreones cilíndricos ubicados en lados opuestos. En el interior, al abrigo de los muros de sillería granítica, se levantaba la casa residencial. Una puerta de arco de grandes dovelas en la fachada principal abría paso a una amplia solana balaustrada con balconada en su interior. A la izquierda de esta se encuentran dos escudos, pertenecientes uno a los Novoa y el otro a los de Rivadeneira. 




Pontedeume

Castillo da Nogueirosa

Sobre el monte llamado Pena Laboreira a 309 m de altitud se sitúa el Castillo de los Andrade. Un lugar estratégico que servía para dominar buena parte del Valle del Eume y sus fragas y casi toda la comarca de Pontedeume, la ría de Ares y el arenal de Cabanas. También recibe el nombre de Castillo de Campolongo o Castillo de Nogueirosa.
Según parece fue levantado sobre una antigua fortificación del siglo XII o XIII. El inicio de la construcción de la fortaleza nos lleva al siglo XIV, en el año 1369, y fue llevado a cabo por orden del señor de los Andrade, Fernán Pérez, el Bueno.
Los terrenos donde se levantó el castillo pertenecían a los monjes de Sobrado, quienes no permitían aquí su construcción. Tras dos años el conflicto se solventó, a causa de la amistad de este con Juan I y al pago de 10.000 maravedís mensuales a los monjes, con lo que Fernán pudo finalizar su obra en 1377.
Es a partir de ahora cuando se le conoce como el Alcázar de los Andrade. Cuenta la leyenda que unos años antes, durante la primera revuelta popular irmandiña, la fortaleza fue atacada por Alonso de Lanzós, quién fue capturado por Nuno Freire. Este mandó cortar una mano a Lanzós y encerrarlo durante cien días en una oscura mazmorra. Después de esto lo enterró vivo en uno de los muros del castillo.
 

Ferrol

Castillo de San Felipe

El Castillo de San Felipe, situado en la orilla norte de la parte media del acceso a la Ría de Ferrol, fue un baluarte para la protección de invasiones marítimas del siglo XVI.
El castillo fue evolucionando de fuerte a baluarte adaptándose para su defensa táctica hasta el siglo XVIII.
El diseño estratégico actual se debe a las reformas de entre 1730 y 1775 cuando el arquitecto Francisco Montaigú aplicó la estructura de hornabeque y estrella creadas originalmente por el ingeniero y mariscal francés Sebastien Vauban.
Hacia 1557, el rey Felipe II de España,a quién debe su nombre, empezó la promoción de esta fortaleza defensiva.
En plena época de actividad marítima en el atlántico, por parte de los países Europeos e Inglaterra, todos los imperios pretendían imponer su control y predominio.El puerto de Ferrol, y en general cualquiera de las rías gallegas, ofrecían acceso a un puerto seguro y con provisiones que permitían el avituallamiento, el refugio y la reparación de navíos.
El Reino de España, por entonces potencia mundial, tenía claro que este puerto debía ser un enclave importante tanto para el comercio como para el reabastecimiento de la recién fundada Armada Marítima Española.



Ribadavia

Castillo de Los Sarmiento

El Castillo de los Condes de Sarmiento se asienta en un pequeño promontorio a orillas del río Avia y en las proximidades de las confluencias de este y el gran río Miño, en la villa monumental de Ribadavia. Los orígenes de esta villa habría que buscarlos en un antiguo poblado prerromano que se situaba en donde hoy se emplaza la fortaleza. Era por lo tanto un punto estratégico para dominar parte de la comarca. Hasta el siglo XV ocupaba el lugar la famosa capilla prerrománica de San Xés de Francelos, que fue llevada a las proximidades de la villa.
También existía una casa-torre donde desde 1375 habitaba D. Pedro Ruiz Sarmiento, a quien Enrique II otorgó el Señorío de Ribadavia. Durante este siglo el castillo fue levantado y fue terminado en el siguiente siglo, siendo interrumpida su construcción en varias ocasiones debido por ejemplo al asedio de Ribadavia cometido por el Duque de Lancaster en el año 1385. En el siglo XVII el castillo fue abandonado ya que los Condes de Ribadavia fijaron su residencia en el palacio que después heredaría su nombre, (Palacio de los Condes), situado en la plaza mayor.



Vimianzo

Castillo de Vimianzo

El castillo de Vimianzo fue construido entre finales del siglo XII y principios del XIII por los Mariño de Lobeira. De la primitiva fortaleza sólo quedan los restos de lo que pudo ser una torre del homenaje, en el actual patio de armas. A comienzos del siglo XV pasa a manos de la familia Moscoso, y desde entonces fue objeto de encarnizadas disputas por parte del Arzobispo de Santiago y los Moscoso, dos de los poderes más importantes de la Galicia Medieval. Los Moscoso conseguirían el título de Condes de Altamira y llegaron a convertirse en unha de las familias nobiliarias con más influencia de la Península.

En 1467 se producen las Guerras Irmandiñas en las que el pueblo, cansado de las opresiones económicas de los señores feudales, toma esta forteleza, aunque la rebelión no duró mucho tiempo. El Arzobispo de Santiago Alonso II de Fonseca se apodera del castillo en el año 1472, para su reconstrucción después de las revueltas populares. Pero unos años más tarde Lope Sánchez de Moscoso, que se autoproclamó el primer Conde de Altamira, volverá a Galicia para recuperar su propiedad, por lo que pertenecerá a esta familia hasta el siglo XIX. 

Soutomaior

Castillo de Soutomaior

Este conjunto arquitectónico, mitad fortaleza medieval, mitad palacio neogótico del siglo XIX, está formado por dos torres unidas por un edificio habitable y un patio de armas, rodeados por una doble muralla.

Su origen está vinculado con la figura de Paio Méndez Sorrede. Hablamos del s. XII, durante el reinado de Alfonso VII. Concebida como edificación fortificada de carácter militar y defensiva hasta el siglo XV, evoluciona coherentemente, de torre de defensa a fortaleza con doble recinto amurallado.

Su estratégico emplazamiento no se debe a la altura o a la inaccesibilidad, sino a las ventajas ofrecidas por encontrarse escondido ante las posibles invasiones realizadas por mar, a su capacidad para señorear las tierras de su feudo y controlar las comunicaciones de sur a norte de la provincia, establecidas a través de Pontesampaio y que se dirigían al interior por los cauces de los ríos Verdugo y Oitavén.En 1982 la Diputación de Pontevedra adquiere el castillo y las propiedades que lo rodean, llevando a cabo una gran rehabilitación del conjunto, pero manteniendo su estructura original para llevarlo a fines culturales.

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Mondariz

Castillo de Sobroso

La primera referencia documentada que tenemos del actual castillo de Sobroso data del siglo XII, concretamente del año 1117, cuando según, la «Historia Compostelana», Doña Urraca es cercada en esta fortaleza por su hermana Doña Teresa, infanta de Portugal, y por los partidarios de su hijo, encabezados por el Conde de Traba. Recluida esta en sus calabozos, la leyenda cuenta como logró huir por unos pasadizos secretos que conducían a orillas del mismo río Tea.

Hoy en día parecen existir restos de estos túneles, de los cuales no vamos a descubrir su localización, pues sus interiores guardan peligros, como pueden ser la formación de gases tóxicos que pueden provocar la falta de oxígeno. En su huida, Doña Urraca fue a Compostela en busca de la ayuda del arzobispo Gelmírez, para retornar y volver a conquistar la fortaleza.
En 1190 aparece en una documentación Pelayo Muniz como ocupante del castillo en nombre del Rey, dado la importancia defensiva que tenía esta fortaleza en el obispado de Tui. Más tarde pasa a manos de los Soboroso hasta que en 1379 Pedro Ruíz de Sarmiento y sus descendientes reciben el señorío de Sobroso, de manos de Juan I.
En el siglo XV, Álvaro Pérez de Sotomayor se apodera de las propiedades de un descendiente de los Sarmiento, Don Diego, pero poco le duraría esta posesión porque, doce años después, durante la revuelta Irmandiña (1467-1468) el castillo, como tantos otros en Galicia, fue destruido en gran parte. Pasa entonces a manos del hermano bastardo de Diego, Pedro Álvarez de Sotomayor, llamado popularmente Pedro Madruga, Conde de Camiña, quién lo reconstruye. Sin embargo, cautivo Pedro en Benavente, García Sarmiento, recupera el castillo. Liberado Pedro Madruga, vuelve a la carga hacia la codiciada fortaleza, y para ello levanta una fortificación en el cercano monte de A Picaraña, desde donde se divisaba el castillo de Sobroso. Llegó incluso a coger preso a Diego, pero sus partidarios nunca se rendirían. Pedro Madruga se retiró ante la llegada de ayuda de nobles gallegos a favor de los Sarmientos. Así Don Diego, pudo terminar la reconstrucción de la fortaleza.

Palas de Rei

Castillo de Pambre

Nos encontramos, ante uno de los castillos más hermosos y mejor conservados de la historia y geografía gallega. Una muestra de la arquitectura nobiliaria y feudal de Galicia que mejor conserva su arquitectura tradicional.
Según documentos de la época se sabe que Gonzalo Ozores de Ulloa levantó esta fortaleza en ele año 1378, aunque lo que podemos observar hoy pertenece al siglo XV. Para entrar hay que rebasar un pequeño foso mediante un pequeño puente. El castillo es defendido por cuatro pequeñas torres en las esquinas que protegían la gran torre del homenaje que se alza en una esquina del patio central. Su historia está emparentada con la familia de los Deza, los Moscoso o los Churruchaos.
Fue tal su dominio en la zona que el castillo llegó a contar con un ejército de unos 3500 hombres. La fortaleza resistió incluso el ataque de los Irmandiños, quienes destruyeron la mayor parte de los castillos gallegos en el siglo XV. En el interior de las murallas se encuentra una pequeña capilla del siglo XII, conocida como de San Pedro y que sirvió como iglesia parroquial hasta no hace mucho.
En el siglo XVI empezó su decadencia y su abandono. Después de pasar por varias manos, ya a principios del siglo XXI, el castillo de Pambre fue donado a los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Vigo, con su máxima figura el Padre Donaire. Sin embargo, la imposibilidad de mantener el castillo hace que la orden lo venda a la Xunta, quién se demorará un largo tiempo sin ejercer el pago a la citada orden benéfica. El conjunto se encuentra protegido por real decreto del 22 de abril de 1949 y la ley sobre el Patrimonio Histórico Español de 1985.
El Castillo de Pambre fue acondicionado y en parte recuperado y reabierto al público a finales del año 2016. La fotografía de la ficha es de antes de esa recuperación.

 

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